La rabia es una enfermedad
zoonótica . El virus responsable de la rabia infecta a animales domésticos y
salvajes, y se propaga a las personas con el contacto estrecho con la saliva
infectada (a través de mordeduras o arañazos). La enfermedad está presente en
casi todos los continentes, pero la mayoría de las muertes humanas se registran
en África y Asia. Una vez que aparecen los síntomas, la enfermedad es casi
siempre mortal.
Datos y cifras
Hay rabia en más de 150
países y territorios.
Cada año mueren de rabia más
de 55 000 personas en todo el mundo.
El 40% de las personas
mordidas por animales presuntamente rabiosos son menores de 15 años.
Los perros están en el
origen del 99% de las muertes humanas por rabia.
La limpieza de la herida y
la inmunización en las horas siguientes al contacto con un animal presuntamente
rabioso pueden evitar la aparición de la enfermedad y la muerte.
Cada año más de 15 millones
de personas reciben profilaxis posexposición para evitar la enfermedad, y se
calcula que esto ahorra 327 000 muertes anuales.
AGENTE INFECCIOSO
La rabia es una enfermedad
vírica que afecta al sistema nervioso central de los animales de sangre
caliente, incluido el hombre. El período de incubación de la enfermedad es
largo (seis meses), y los síntomas pueden tardar varias semanas en aparecer
tras la infección, pero una vez que aparecen, la rabia es siempre fatal en los
animales. El virus de la rabia es un
lyssavirus, grupo de virus causante de encefalitis que comprende también
varios lyssavirus del murciélago
identificados recientemente. Los lyssavirus pertenecen a la familia
Rhabdoviridae.
El nombre Rhabdo viene
del griego e identifica la forma característica de bala o de bastoncillo de los
virus. Existen varias cepas del virus clásico de la rabia que por lo general
están asociadas a una especie principal como reservorio.La rabia ha sido
reconocida desde hace siglos, pero es en
1880 cuando el trabajo realizado por Louis Pasteur identifica un virus como la
causa de la enfermedad
EPIDEMIOLOGÍA
La rabia se encuentra
ampliamente distribuida en todo el mundo, sólo unos pocos países
(principalmente en las islas y penínsulas) están libres de la enfermedad.
Muchas especies animales están implicadas en el mantenimiento y la transmisión
de la enfermedad en la naturaleza. Una variedad de especies de murciélagos es
la responsable de la transmisión del virus en África, Australia , centro y sudeste de Asia, Europa, y la mayor parte de América. Despúes de la Infección de especies de vida silvestre, incluyendo a los
murciélagos, estas pueden transmitir la rabia a los seres humanos, pero el
número total de casos reportados por estos animales salvajes sigue siendo bajo en comparación con el
número anual de casos trasmitidos por perros. Por el contrario, la rabia canina
predomina en la mayoría de los países en desarrollo del centro y sur de
América, África y Asia.Más del 90% de los casos de rabia humana son transmitidos por perros.
VIA DE TRANSMISIÓN
La rabia se transmite
mediante la saliva de los animales infectados. La infección se produce
principalmente vía las heridas por mordedura, o por entrada de saliva infectada
en las heridas abiertas o en la membrana mucósica, tal como la de la boca, la
cavidad nasal o los ojos. También se ha documentado la infección por inhalación
del virus, por ejemplo, en el entorno de una cueva de murciélagos densamente
poblada.El virus permanecerá por lo general en el punto de entrada durante un
periodo de tiempo antes de viajar a lo largo de los nervios hasta el cerebro.
Una vez en el cerebro, el virus se multiplica rápidamente y se manifiestan los
signos clínicos. Del cerebro, el virus pasa a las glándulas salivales a lo
largo de los nervios. El periodo de tiempo antes de que aparezcan los signos
clínicos en un animal infectado puede variar dependiendo de la cepa viral y del
punto de entrada.
También puede haber
transmisión al ser humano en caso de contacto directo de material infeccioso
(generalmente saliva) con mucosas o heridas cutáneas recientes. La transmisión
de persona a persona por mordeduras es teóricamente posible, pero nunca se ha confirmado.
Aunque es raro, también
puede contraerse la rabia por trasplante de órganos infectados o inhalación de
aerosoles que contengan el virus. La ingestión de carne cruda o de otros
tejidos de animales infectados no es fuente de infección humana.
SALUD PÚBLICA
La rabia es considerada como
una de las zoonosis más importantes en el mundo ,una enfermedad que afecta
principalmente a los animales, pero que puede afectar también a los
humanos.Todo caso de mordedura por un animal doméstico o salvaje debe
investigarse. Los animales salvajes que sufren de rabia pierden el miedo
natural hacia los seres humanos, con lo
que aumenta el riesgo de contagios. Los signos clínicos en los animales, tales
como salivación excesiva, dificultad para respirar o tragar pueden representar
un riesgo de infección desconocido para el hombre al examinar el interior de la boca de los perros y del ganado en busca de un
cuerpo extraño o si intenta administrar la medicación sin protección.
Es importante lavar
inmediatamente con agua y jabón cualquier herida de mordedura o cualquier
superficie expuesta e informar del incidente a un médico o al servicio de
emergencia del hospital. El riesgo de transmisión de la rabia debe evaluarse
basándose en el carácter del suceso, la especie del animal involucrado, la prevalencia
de la rabia en la zona, la evaluación de la vacunación y del estado clínico del
animal y su disponibilidad para las pruebas de diagnóstico.Los grupos en
contacto con los animales, por ejemplo, los veterinarios, oficiales de control
pecuario y guardabosques, deben protegerse mediante la vacunación . El personal
de los mataderos, en particular en las zonas endémicas, debe tomar medidas para
prevenir la infección por la saliva, la glándula salival y el tejido nervioso
de los animales infectados. La infección no se transmite por consumo de carne
de un animal rabioso.
Los pobres corren mayor
riesgo, puesto que el costo medio de la profilaxis postexposición tras el
contacto con un animal presuntamente rabioso es de US$ 40 en África y US$ 49 en
Asia, donde los ingresos diarios medios son de aproximadamente US$ 1–2 por
persona. Se calcula que la rabia causa 20000 muertes al año en la India (esto
es, aproximadamente 2/100 000 personas en riesgo), en África, la cifra
correspondiente es de 24000 (aproximadamente 4/100 000 personas en riesgo).
Aunque pueden verse afectadas personas de cualquier edad, la rabia es más
frecuente en los menores de 15 años, por término medio, un 40% de los
tratamientos profilácticos postexposición se administran a niños de 5 a 14 años,
en su mayoría varones. Los viajeros que pasen mucho tiempo al aire libre en
zonas rurales de alto riesgo donde el acceso inmediato a la atención médica
apropiada sea limitado también se deben considerar en riesgo, con independencia
de la duración de la estancia. Los niños que viven en zonas afectadas por la
rabia o las visitan corren un riesgo especialmente alto.
SIGNOS CLÍNICOS
El periodo de incubación de
la rabia suele ser de 1 a 3 meses, pero puede oscilar entre menos de una semana
y más de un año. Las primeras manifestaciones son la fiebre, que a menudo se
acompaña de dolor o parestesias (sensación inusual o inexplicada de hormigueo,
picor o quemazón) en el lugar de la herida. A medida que el virus se propaga
por el sistema nervioso central se produce una inflamación progresiva del
cerebro y la médula espinal que acaba produciendo la muerte. Los signos
clínicos de la rabia en los animales varían dependiendo del efecto del virus en
el cerebro. Los signos característicos incluyen cambios repentinos en el
comportamiento y parálisis progresiva que desembocan en la muerte. En algunos casos, sin embargo, un
animal puede morir rápidamente sin haber mostrado signos clínicos
significativos
Rabia furiosa
Los animales pueden estar
ansiosos, altamente excitados y/o agresivos con periodos intermitentes de
depresión. Al perder la cautela y temor naturales hacia otros animales y el hombre, los animales con esta forma de
rabia pueden mostrar súbitos cambios en el comportamiento y atacar
repentinamente. A medida que progresa la enfermedad, son comunes la debilidad
muscular, la pérdida de coordinación y las convulsiones. La parálisis
progresiva conduce a la muerte.
Rabia muda o paralítica
Los animales con esta forma
de rabia pueden mostrarse deprimidos o inusualmente dóciles. A menudo
sufren parálisis, generalmente de la
cara, garganta y cuello, lo que se manifiesta por expresiones faciales
anormales, babeo e incapacidad para tragar. La parálisis puede afectar al
cuerpo, en primer lugar a las patas traseras y después se extiende rápidamente
a todo el cuerpo con coma y muerte .
En los humanos, los primeros
signos pueden incluir fiebre o dolor de
cabeza. A medida que progresa la enfermedad, pueden presentarse otros síntomas
como confusión, depresión, somnolencia, agitación o parálisis de la cara, la
garganta y el cuello. La parálisis progresiva suele conducir a la muerte.
DIAGNOSTICO
Las sospechas de la
enfermedad pueden basarse en los signos clínicos, no obstante, se requieren
pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico. Las muestras tomadas de
animales muertos deben enviarse a laboratorios competentes para el diagnóstico.
No hay pruebas para
diagnosticar la rabia en el ser humano antes de la aparición de las
manifestaciones clínicas, y el diagnóstico clínico puede resultar difícil, a no
ser que haya signos específicos, como la hidrofobia o la aerofobia. Tras la
muerte, la técnica diagnóstica convencional consiste en la detección de
antígenos del virus de la rabia en el tejido cerebral con anticuerpos
fluorescentes.
PREVENCIÓN Y CONTROL
Medidas de prevención y
control En los países donde la enfermedad es endémica, se aplican medidas para
tratar y reducir el riesgo de infección en las poblaciones susceptibles
(animales salvajes, animales vagabundos y domésticos) y crear una barrera entre
la fuente animal de la enfermedad y los humanos.
Estas medidas comprenden:
• Vigilancia y notificación de casos
sospechosos de rabia en los animales
• Programas de vacunación de los animales
domésticos
• Investigación de la dinámica, vacunas y
mecanismos eficaces de administración para poblaciones específicas
• Programas de control de la rabia en los
animales salvajes, vacunación incluida (captura/vacunación/liberación
o suministro de vacunas
orales)
• Programas de control poblacional y de
vacunación de las poblaciones de animales vagabundos.
La rabia es prevenible
mediante vacunación. La estrategia más rentable de prevención de la rabia
humana consiste en eliminar la rabia canina mediante la vacunación de los
perros. La vacunación de los animales (y en particular de los perros) ha
reducido el número de casos de rabia tanto humana como animal en varios países,
y en especial en América Latina. Sin embargo, los aumentos recientes de la
rabia humana en algunas zonas de África, Asia y América Latina indican que la
rabia está resurgiendo como grave problema de salud pública.
La prevención de la rabia
humana mediante el control de la enfermedad en los perros domésticos es un
objetivo realista en gran parte de África y Asia, y está justificada desde el
punto de vista económico por el ahorro futuro en profilaxis postexposición
humana.
También existen vacunas
seguras y eficaces para el ser humano. Se recomienda la inmunización antes de
la exposición a quienes viajen a zonas de alto riesgo de países afectados por
la rabia o tengan trabajos de alto riesgo, como el personal de laboratorio que
manipule virus de la rabia y otros lisavirus vivos, los veterinarios o los
manipuladores de animales de zonas afectadas por la enfermedad. Como los niños
corren un riesgo especial, se pueden considerar la posibilidad de inmunizarlos
cuando vivan en zonas de alto riesgo o las visiten.
Vacunación animal, la mejor
prevención
El mejor método para reducir
los casos de rabia animal y, en consecuencia, humana, es la vacunación de
animales. De nuevo, atacar el problema desde el origen tiene consecuencias
favorables. La red "Rabnet" , base de datos sobre rabia elaborada por
la OMS, muestra mapas de 2003 en los que EE.UU., junto con América Latina, Asia
y África, destaca por la presencia de casos de rabia. Durante décadas,
numerosas campañas de vacunación animal en el país norteamericano han permitido
disminuir los casos globales de la enfermedad y, consecuentemente, los
fallecimientos por esta causa. Por este motivo, desde 2007 ha sido declarado
país libre de rabia.
Tratamiento postexposición
La administración de un
tratamiento eficaz poco después de la exposición (en los días siguientes, y
cuanto antes mejor) puede prevenir la aparición de síntomas y la muerte. La
prevención postexposición consiste en el tratamiento local de la herida, la
administración de inmunoglobulina antirrábica (si está indicada) y la
vacunación inmediata.
Tratamiento local de la
herida
Un medio de protección
eficaz consiste en eliminar el virus de la rabia del lugar de la infección con
métodos químicos o físicos. Por consiguiente, resulta muy importante proceder
rápidamente al tratamiento local de todas las mordeduras y arañazos que puedan
estar contaminados por el virus de la rabia. Los primeros auxilios recomendados
consisten en el lavado inmediato y concienzudo de la herida durante un mínimo
de 15 minutos con agua y jabón, detergente, povidona yodada u otras sustancias
que maten al virus de la rabia.
Respuesta de la OMS
La OMS fomenta la ampliación
del acceso al tratamiento postexposición adecuado con vacunas antirrábicas
modernas, derivadas de embriones de aves o cultivos tisulares, para lo cual
propugna:
El uso de inyecciones
intradérmicas en múltiples sitios para reducir el costo de los tratamientos
posexposición.
El aumento de la producción
de productos biológicos antirrábicos seguros y eficaces, cuya escasez mundial
es acuciante, especialmente con respecto a la inmunoglobulina.
La educación continua del
personal sanitario y veterinario en materia de prevención y control de la
rabia.
La inmunización del 70% de
la población canina para detener la circulación del virus en su origen.
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