Investigadores canadienses han demostrado que una especie de virus del Ébola procedente de Zaire, que es extremadamente virulento en humanos, puede replicarse en cerdos, causar la enfermedad y ser transmitido a animales que no habían sido expuestos antes al virus. Los resultados de este trabajo se publican en 'The Journal of Infectious Diseases' y están ahora disponibles en su edición 'on line'.
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0021997501905031
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Para prevenir brotes humanos de la fiebre hemorrágica de Ébola, es importante identificar las especies de animales que replican y trasmiten el virus a otros animales y, potencialmente, a las personas.
El virus del Ébola de Zaire, una de las múltiples especies de este virus, tiene una tasa de mortalidad del 90 por ciento en humanos. Anticuerpos para otras especies no asociadas con la enfermedad humana, conocidos como virus Ébola Reston, se ha encontrado en granjas de cerdos de Filipinas, lo que sugiere que los cerdos podrían ser capaces de transmitir virus Ébola virulentos también a humanos.
Este estudio, dirigido por Gary P. Kobinger, de la Public Health Agency de Canada, y Hana Weingartl, del National Centre for Foreign Animal Disease de la Canadian Food Inspection Agency, investigó si el virus Ébola de Zaire, como el virus Ébola Reston, podía replicarse y causar la enfermedad en cerdos y ser transmitida a otros animales. Así, utilizando cerdos de granja, los investigadores evaluaron la replicación del virus y su patogenicidad y eliminación.
Tras la exposición de la mucosa al virus Ébola de Zaire, los cerdos replicaron el virus en grandes cantidades, sobre todo en el tracto respiratorio. La eliminación del virus de la mucosa nasal fue detectada durante hasta 14 días después de la infección y se observó una grave enfermedad mulmonar. El estudio también demostró que el virus fue transmitido a todos los cerdos que previamente no fueron expuestos que convivían con animales infectados.
Los autores del estudio sugieren que los cerdos de granja son susceptibles al virus Èbola de Zaire a través de la infección mucosa y que la enfermedad respiratoria severa que la acompaña está asociada con la eliminación de elevadas cargas virales en el entorno, exponiendo a cerdos sin infectar a esta infección.
En contraste con el síndrome sistémico que afecta a diversos órganos que a menudo lleva a 'shock' y muerte en primates, destacan estos investigadores, el síndrome respiratorio que desarrollan los cerdos pueden confundirse con otras enfermedades respiratorias porcinas.
ALGUNOS APUNTES SOBRE EL VIRUS ÉBOLA
El virus del Ébola causa un síndrome viral agudo conocido como fiebre hemorrágica por Ébola, llamado así por un río localizado en el noreste de Zaire (ahora Congo) dónde fue descubierto por primera vez en 1976. Se relaciona morfológicamente con el virus Marburg, reconocido en 1967, pero es antigénicamente distinto. La fiebre hemorrágica por Ébola (FHE) es una enfermedad severa, con o sin síntomas hemorrágicos, caracterizada por la transmisión persona a persona a través del contacto cercano con pacientes, cadáveres o fluidos corporales infectados. El potencial para provocar brotes nosocomiales en los centros de salud con estándares de higiene pobres constituye un problema de salud pública. Los índices de letalidad son mayores al 50%, no hay tratamientos preventivos ni vacunas disponibles en la actualidad, solo tratamiento de soporte, especialmente rehidratación adecuada.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA.
Los virus Marburg y Ébola son nativos del África. El virus Marburg responsable del brote de 1967 se originó en Uganda, además los casos subsecuentes observados ocurrieron en Zimbawe, Sudáfrica y Kenya. Estudios serológicos sugieren que el virus Ébola es endémico en Zaire, Sudán, República Central Africana, Gabón, Nigeria, Ivory Coast, Liberia, Camerún y Kenya. La distribución geográfica del Ébola puede abarcar otros países pero se carece de encuestas adecuadas. En contraste, la variedad Reston del virus Ébola se aisló de animales originarios de las Filipinas. Esto demuestra que los filovirus no están confinados exclusivamente al África.
CARACTERÍSTICAS DEL VIRUS.
Los filovirus son estructuras alargadas de 80 nm de diámetro. La longitud básica de la forma replicativa es de 790 nm para el virus Marburg y de 970 nm para los virus Ebola, pero a menudo se forman estructuras largas, ramificadas y con circunvoluciones. La nucleocápside helicoidal de 50 nm está rodeada por una membrana tachonada de espigas formadas a medida que el virus brota desde la célula huésped. Pueden visualizarse inclusiones de agregados de nuclecápside en la microscopia electrónica de cortes finos y a menudo son visibles como estructuras citoplasmáticas con tinción de Magenta en cortes anatomopatológicos comunes.
EPIDEMIOLOGÍA.
No existe una familia viral con historia natural tan misteriosa. Cada caso o epidemia de filovirus ha sido investigado buscando el origen del virus sin éxito. En el caso de las epidemias, habitualmente ha sido posible rastrear la base de la epidemia a un caso índice, pero no más. Los reservorios sospechados han incluido arañas, garrapatas blandas, murciélagos y monos, pero no existe evidencia de campo o de laboratorio para incriminar a ninguno de ellos.
La fuente de infección en todos los brotes, es desconocida. En cada caso, el paciente inicial propaga la enfermedad a sus parientes cercanos a través del contacto cercano. En un caso se reportó transmisión sexual. Después de la hospitalización de una persona infectada, la extensión de la enfermedad se lleva a cabo rápidamente mediante agujas contaminadas y el contacto con sangre. Los monos cinomolgus afectados en el reciente brote de Ébola Reston, probablemente fueron infectados en las Filipinas. Durante el episodio por este mismo virus en 1989, cuatro cuidadores de animales tuvieron exposición con los monos infectados, pero ninguno desarrolló la enfermedad. Debe considerarse de importancia epidemiológica el antecedente de procedencia o viajes a las zonas de distribución geográfica de este virus.
TRANSMISIÓN
El modo de infección primaria del virus Ébola, en ambiente natural es desconocido. Todos los casos secundarios han sido nosocomiales o causados por contacto cercano con un paciente. La transmisión ocurre usualmente por muestras de sangre contaminadas. Hay evidencia que sugiere propagación respiratoria de la infección. El virus se recupera usualmente de suero en la fase aguda, y también ha sido encontrado en orina, semen, y fluido de la cámara anterior del ojo, aún de pacientes en convalecencia. En material de autopsia, sé aísla comúnmente de bazo, nódulos linfáticos, hígado y riñón, pero rara vez de cerebro u otro tejido nervioso.
El Contacto físico con piel y membranas mucosas de pacientes es responsable de la mayor parte de la transmisión a humanos. El virus Ébola se transmite a través del contacto con fluidos infectados, tales como saliva, sangre, vómitos y posiblemente sudor. La inoculación parenteral con material infectado se asocia con un mayor riesgo y mortalidad de la infección. También se encuentra presente en fluidos genitales, como semen, pero su transmisión por esta vía no esta clara. No hay evidencia de transmisión por contacto estrecho con individuos infectados que se encuentran afebriles y asintomáticos, durante el periodo de incubación o de convalecencia. Los contactos hogareños son responsables de un 3-17% de la transmisión, afectando hasta cinco generaciones en algunos casos.
Las epidemias en África, han resultado en la mayoría de los casos por propagación secundaria a trabajadores de la salud y contactos familiares del paciente. Reutilizar agujas y jeringas, inadecuadas técnicas de barrera, y prácticas antihigiénicas son el catalizador principal de la transmisión nosocomial entre pacientes y personal. El contacto con cadáveres o sus fluidos durante su manejo es otra causa de infección.
La epidemia por virus Ebola del Zaire de 1976 en particular, fue impulsada por el uso de agujas y jeringas mal esterilizadas y ocasionó gran parte de la diseminación geográfica de la infección. La diseminación interhumana del virus Ebola en las epidemias africanas fue muy extensa entre el personal médico, lo que provoco a menudo el cierre de hospitales y clínicas. La transmisión a los contactos domésticos varió, como se ha mencionado anteriormente, entre el 3% y el 17%, comprendiendo hasta cinco generaciones de infecciones y se asoció con el contacto íntimo con pacientes enfermos y sus líquidos corporales. Las epidemias cedieron con el uso de equipo correctamente esterilizado, el cierre de hospitales, la educación de la población y la institución de precauciones de máscara-bata-guantes. No se conocen íntimamente las vías exactas por las que puedan diseminarse los filovirus. Como se ha mencionado, se sabe que la inoculación parenteral con material contaminado ha sido eficiente y acarrea una mortalidad elevada. El contacto cutáneo o mucoso con materiales cargados de virus probablemente ha sido responsable de la mayoría de las infecciones humanas reconocidas. Aunque el virus no se encuentra en el aire, la inhalación de aerosoles de pequeñas partículas puede desempeñar un papel menor, pero esta vía no está establecida. Algunos estudios experimentales de filovirus establecen su infectividad en aerosol y se han visualizado con claridad los viriones en alvéolos de monos infectados por aerosol.
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