LA ARTROSIS EN LOS ANIMALES DE COMPAÑÍA
La artrosis es una enfermedad de las articulaciones que se produce por degeneración de las distintas partes que componen dicha articulación sin que se produzca inflamación.
La artritis, sin embargo, es la inflamación de la articulación, que produce dolor y por lo tanto impide a quien la padece el uso normal de las extremidades.
Normalmente, un animal o persona no tiene una artrosis pura sin un componente de artritis, así que, generalmente, hablamos de osteoartrosis o enfermedad articular degenerativa (E.A.D. o D.J.D. por sus siglas en inglés) que es una degeneración progresiva del cartílago con producción de osteofitos (rugosidades), provocada por un desgaste anormal de la articulación, con dolor. Se trata de una enfermedad crónica y que no tiene cura (tanto en personas como en animales), así que nuestros esfuerzos se centrarán en la prevención.
¿Porqué se produce la osteoartrosis?
Generalmente por una incongruencia entre las estructuras que forman una articulación, es decir, si los huesos que forman una articulación no engranan correctamente, el movimiento de esa articulación en lugar de ser suave será "a saltos", lo cual provoca pequeños traumatismos o golpes que al repetirse muchísimas veces llegan a romper o dañar el cartílago articular, provocando esas rugosidades u osteofitos. Además, una vez que se inicia el proceso la misma presencia de osteofitos hace que evolucione cada vez más rápido, más dolor, más osteofitos, más artrosis... es un circulo vicioso que es mejor no iniciar.
Entre las causas están las genéticas, es decir, una articulación que se desarrolla mal desde el principio porque la información genética de ese animal o persona esta "equivocada" y produce una articulación incongruente desde el nacimiento o el crecimiento, y las adquiridas que son debidas a traumatismos, infecciones, procesos autoinmunes...
¿Qué debe hacerme sospechar que mi perro puede tener osteoartrosis? Para empezar hay razas predispuestas, los perros de razas grandes, que crecen muy deprisa cuando son cachorros, golden, labrador, pastor alemán, mastines…, las razas condrodistróficas, que son los bulldog, teckel, basset... y entre los gatos, los persas. En estas razas es fundamental que el Veterinario pueda controlar durante el crecimiento la forma de andar, como apoya las extremidades, explorarlo, y si lo considera necesario, indique las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar sus articulaciones y proponer el mejor tratamiento posible.
Todos los animales mayores que empiezan a levantarse con más dificultad, o que después de un día de ejercicio cojean de una extremidad, o rehúsan hacer el ejercicio que antes disfrutaban haciendo… son signos que pueden deberse a otras cosas, pero que podrían ser debidos a osteoartrosis y con un buen tratamiento no tendrían que limitar la calidad de vida de nuestros amigos.
En cualquier caso, y ante la duda, los controles periódicos por parte del Veterinario serán la mejor ayuda, en ocasiones gestos o formas de andar que nos puedan parecer normales, o propios de la edad, pueden indicar a un profesional que estamos ante el inicio de un proceso que, cogido a tiempo, podemos tratar con éxito.
¿Qué podemos hacer por nuestro perro o gato para que no padezca osteoartrosis? En el grupo de las de origen genético, evidentemente no podemos modificar la información genética (ADN) de nuestro perro o gato, pero sí podemos "modular" esa información para intentar minimizar la expresión de esos genes "malos". La detección lo más precoz posible de una incongruencia articular nos permite actuar con mucha más posibilidad de éxito.
Hoy en día la displasia de cadera, que es el proceso hereditario más y mejor estudiado de los que pueden producir osteoartrosis, puede ser detectada con tan solo 3.5 meses de edad (en algunas razas), pudiendo ayudar mucho a nuestros animales de compañía a tener una mejor calidad de vida.
El uso de condroprotectores, control del peso, alimentaciones específicas, ejercicio controlado, etc. también nos permite minimizar ese riesgo no solo en las caderas, sino en todas las articulaciones del cuerpo.
Dentro del grupo de artrosis adquiridas, es decir, las que no tienen un origen genético sino que son consecuencia de una infección, un traumatismo… en ocasiones son imprevisibles o inevitables, pero un buen diagnóstico y tratamiento de una cojera puede evitar una artrosis y, de nuevo, un diagnóstico precoz de una osteoartrosis es importantísimo.
¿Y si mi perro o gato ya tiene osteoartrosis?
Una vez más será el Veterinario el que en cada caso indique la mejor opción, no hay recetas mágicas.
La artrosis no se puede curar, ni tan siquiera podemos detener el avance completamente, el objetivo con la artrosis será ralentizar el avance lo más posible con dietas específicas, condroprotectores, ejercicio supervisado, rehabilitación, etc.
La artritis sí es tratable, con la ayuda de antiinflamatorios y analgésicos podemos eliminar la inflamación y el dolor que constituyen la artritis.
En líneas generales podemos decir que con el tratamiento de la artrosis intentamos tener menos episodios de artritis y que estos sean más suaves.
En casos muy severos en los que el tratamiento médico no fuese suficiente, se puede optar por un tratamiento quirúrgico, lo más conocido en este campo es la prótesis de cadera, pero también las hay de rodilla y codo. Existe también el recurso a la artrodesis en el caso de otras articulaciones. En cualquier caso debemos considerar la cirugía como un "procedimiento de último recurso", agotando previamente los tratamientos médicos disponibles y por supuesto este tratamiento debe ser prescrito exclusivamente por un veterinario especialista en ortopedia. Como decíamos antes, lo mejor es prevenir y no tener que llegar a estos tratamientos.
La artritis, sin embargo, es la inflamación de la articulación, que produce dolor y por lo tanto impide a quien la padece el uso normal de las extremidades.
Normalmente, un animal o persona no tiene una artrosis pura sin un componente de artritis, así que, generalmente, hablamos de osteoartrosis o enfermedad articular degenerativa (E.A.D. o D.J.D. por sus siglas en inglés) que es una degeneración progresiva del cartílago con producción de osteofitos (rugosidades), provocada por un desgaste anormal de la articulación, con dolor. Se trata de una enfermedad crónica y que no tiene cura (tanto en personas como en animales), así que nuestros esfuerzos se centrarán en la prevención.
¿Porqué se produce la osteoartrosis?
Generalmente por una incongruencia entre las estructuras que forman una articulación, es decir, si los huesos que forman una articulación no engranan correctamente, el movimiento de esa articulación en lugar de ser suave será "a saltos", lo cual provoca pequeños traumatismos o golpes que al repetirse muchísimas veces llegan a romper o dañar el cartílago articular, provocando esas rugosidades u osteofitos. Además, una vez que se inicia el proceso la misma presencia de osteofitos hace que evolucione cada vez más rápido, más dolor, más osteofitos, más artrosis... es un circulo vicioso que es mejor no iniciar.
Entre las causas están las genéticas, es decir, una articulación que se desarrolla mal desde el principio porque la información genética de ese animal o persona esta "equivocada" y produce una articulación incongruente desde el nacimiento o el crecimiento, y las adquiridas que son debidas a traumatismos, infecciones, procesos autoinmunes...
¿Qué debe hacerme sospechar que mi perro puede tener osteoartrosis? Para empezar hay razas predispuestas, los perros de razas grandes, que crecen muy deprisa cuando son cachorros, golden, labrador, pastor alemán, mastines…, las razas condrodistróficas, que son los bulldog, teckel, basset... y entre los gatos, los persas. En estas razas es fundamental que el Veterinario pueda controlar durante el crecimiento la forma de andar, como apoya las extremidades, explorarlo, y si lo considera necesario, indique las pruebas diagnósticas necesarias para evaluar sus articulaciones y proponer el mejor tratamiento posible.
Todos los animales mayores que empiezan a levantarse con más dificultad, o que después de un día de ejercicio cojean de una extremidad, o rehúsan hacer el ejercicio que antes disfrutaban haciendo… son signos que pueden deberse a otras cosas, pero que podrían ser debidos a osteoartrosis y con un buen tratamiento no tendrían que limitar la calidad de vida de nuestros amigos.
En cualquier caso, y ante la duda, los controles periódicos por parte del Veterinario serán la mejor ayuda, en ocasiones gestos o formas de andar que nos puedan parecer normales, o propios de la edad, pueden indicar a un profesional que estamos ante el inicio de un proceso que, cogido a tiempo, podemos tratar con éxito.
¿Qué podemos hacer por nuestro perro o gato para que no padezca osteoartrosis? En el grupo de las de origen genético, evidentemente no podemos modificar la información genética (ADN) de nuestro perro o gato, pero sí podemos "modular" esa información para intentar minimizar la expresión de esos genes "malos". La detección lo más precoz posible de una incongruencia articular nos permite actuar con mucha más posibilidad de éxito.
Hoy en día la displasia de cadera, que es el proceso hereditario más y mejor estudiado de los que pueden producir osteoartrosis, puede ser detectada con tan solo 3.5 meses de edad (en algunas razas), pudiendo ayudar mucho a nuestros animales de compañía a tener una mejor calidad de vida.
El uso de condroprotectores, control del peso, alimentaciones específicas, ejercicio controlado, etc. también nos permite minimizar ese riesgo no solo en las caderas, sino en todas las articulaciones del cuerpo.
Dentro del grupo de artrosis adquiridas, es decir, las que no tienen un origen genético sino que son consecuencia de una infección, un traumatismo… en ocasiones son imprevisibles o inevitables, pero un buen diagnóstico y tratamiento de una cojera puede evitar una artrosis y, de nuevo, un diagnóstico precoz de una osteoartrosis es importantísimo.
¿Y si mi perro o gato ya tiene osteoartrosis?
Una vez más será el Veterinario el que en cada caso indique la mejor opción, no hay recetas mágicas.
La artrosis no se puede curar, ni tan siquiera podemos detener el avance completamente, el objetivo con la artrosis será ralentizar el avance lo más posible con dietas específicas, condroprotectores, ejercicio supervisado, rehabilitación, etc.
La artritis sí es tratable, con la ayuda de antiinflamatorios y analgésicos podemos eliminar la inflamación y el dolor que constituyen la artritis.
En líneas generales podemos decir que con el tratamiento de la artrosis intentamos tener menos episodios de artritis y que estos sean más suaves.
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